Patología Veterinaria: Trastornos Inflamatorios Renales en Animales
¡Bienvenidos! Soy Arnulfo, experto en patología veterinaria, y hoy exploraremos los principales trastornos inflamatorios renales en animales, tanto los asociados a agentes infecciosos como los mediados por complejos inmunitarios (glomerulonefritis). La inflamación renal puede comprometer la función del órgano y llevar a insuficiencia renal crónica.
Infecciones del Riñón
Las infecciones pueden llegar al riñón por vía ascendente (desde el tracto urinario inferior) o por vía hematógena (a través del torrente sanguíneo).
Pielonefritis
La pielonefritis es la inflamación del riñón y la pelvis renal. Es causada comúnmente por bacterias, aunque también pueden estar involucrados hongos y virus.
- Causas: Escherichia coli y Corynebacterium renale son patógenos para el tracto urinario inferior de ganado y cerdos, respectivamente, y son causas comunes de pielonefritis.
- Diagnóstico: Se basa en encontrar pielitis aguda o crónica e inflamación del parénquima renal. La pielonefritis puede ser unilateral, pero usualmente es bilateral.
- Lesiones: Las membranas mucosas pélvicas y ureterales están inflamadas, enrojecidas, rugosas o granulares, y cubiertas con un exudado delgado. La pelvis y los uréteres están marcadamente dilatados y tienen exudado purulento en la luz. La cresta medular (papila) usualmente está ulcerada y necrótica. El compromiso renal se observa por la presencia de estrías irregulares, radiales, rojas o grises que involucran la médula, extendiéndose hacia la superficie del riñón.
Nefritis Intersticial
En varias enfermedades infecciosas sistémicas de animales domésticos, se pueden observar acumulaciones de células inflamatorias en el intersticio renal (tejido intersticial). Cuando la inflamación intersticial es la lesión principal sin nefritis embólica o pielonefritis, esta lesión se llama nefritis intersticial. Más recientemente, se ha utilizado el término nefritis túbulo-intersticial. Esto se debe a que los cambios inflamatorios y degenerativos usualmente están presentes y están involucrados en el desarrollo de la lesión principal. La nefritis intersticial puede ser aguda, subaguda o crónica, y está asociada con una infiltración linfo-plasmocitaria.
- Causas:
- Ganado: Septicemia por Escherichia coli (riñón manchado de blanco), fiebre catarral maligna, Theileria parva.
- Ovejas: Viruela ovina.
- Caballos: Arteritis viral equina, Leptospira interrogans serovar pomona.
- Cerdos: Síndrome reproductivo y respiratorio porcino.
- Perros: Leptospira spp..
Glomerulonefritis
La glomerulonefritis es la inflamación de los glomérulos.
Glomerulonefritis Viral
La glomerulitis ocurre en enfermedades virales sistémicas agudas, tales como hepatitis canina infecciosa aguda, infección septicémica por citomegalovirus (rinitis por cuerpo de inclusión) en cerdos recién nacidos, infección por el virus de la arteritis equina, peste porcina (cólera porcino) y enfermedad de Newcastle en aves. Las lesiones son leves, usualmente de corta duración, y resultan de la replicación viral en el endotelio capilar. La proteinuria es transitoria.
Glomerulonefritis Mediada por Inmunocomplejos
La glomerulonefritis por inmunocomplejos ocurre en infecciones persistentes u otras enfermedades que tienen una antigenemia prolongada que aumenta la formación de inmunocomplejos solubles. En animales domésticos, la glomerulonefritis por inmunocomplejos usualmente ocurre en perros y gatos. Los perros con enfermedad glomerular con pérdida de proteínas usualmente tienen glomerulonefritis de origen inmunocomplejo.
- Causas: Se asocia con infecciones virales específicas tales como el virus de la leucemia felina o el virus de la peritonitis infecciosa felina en gatos, el virus de la hepatitis canina infecciosa en perros, la anemia infecciosa equina en caballos, la diarrea viral bovina en el ganado, la peste porcina (cólera porcino) en cerdos; infecciones bacterianas tales como piometra o pioderma; parasitismo crónico tal como dirofilariasis (perros), tripanosomiasis (ganado); enfermedades autoinmunes tales como lupus eritematoso sistémico canino; o neoplasia (perros y gatos).
Diagnóstico General de Glomerulonefritis
El diagnóstico de glomerulonefritis se basa en:
- Examen macroscópico: Los riñones están hinchados, tienen una superficie capsular lisa, son de color normal o pálido, y en la superficie de corte de la corteza muestran glomérulos como puntos rojos. Si las lesiones no se resuelven y se vuelven crónicas, la corteza renal se encoge y la superficie capsular tiene una fina granularidad.
- Inmunofluorescencia o inmunohistoquímica: La glomerulonefritis de origen inmunocomplejo se puede confirmar demostrando inmunoglobulina (Ig) y componentes del complemento, usualmente C3 en los glomérulos por técnicas de inmunofluorescencia o inmunohistoquímicas.
- Análisis de orina: Proteinuria.
- Análisis sanguíneo: En casos crónicos puede observarse aumento de urea y creatinina.
Tratamiento
El tratamiento de los trastornos inflamatorios renales se enfoca en:
- Eliminación de la Causa: Tratar infecciones bacterianas con antibióticos apropiados, controlar enfermedades virales subyacentes.
- Inmunosupresión: En casos de glomerulonefritis mediada por inmunocomplejos, se pueden utilizar corticosteroides u otros inmunosupresores para reducir la respuesta inmune.
- Terapia de Soporte:
- Fluidoterapia: Para mantener la hidratación y la función renal.
- Manejo de la Presión Arterial: Controlar la hipertensión, que puede exacerbar el daño renal.
- Dieta Renal: Reducir la carga de proteínas y fósforo en los riñones.
Conclusión
Los trastornos inflamatorios del riñón son comunes en la práctica veterinaria y pueden tener causas infecciosas o inmunomediadas. Un diagnóstico preciso y un tratamiento integral son cruciales para preservar la función renal y mejorar la calidad de vida de los animales afectados.